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La librería de Bajío 156

 En la última calle de la colonia Roma yendo hacia el sur, justo antes del Viaducto Miguel Alemán entre dos ejes viales importantes, Monterrey y Medellín se encuentra la librería de Bajío 156, antes fue un restaurante, pero con algunas adptaciones actualmente alberga un local lleno de libros viejos. 

Mi socio Josué González y yo presentamos Librero en andanzas en febrero-marzo de 2012, en un evento alterno a la feria de libro del Palacio de Minería de la UNAM, con las ganancias generadas logramos rentar un espacio de 80 metros cuadrados, una bodega consistente en tres habitaciones y un patio amplio, la idea original era almacenar de forma momenanea las bibliotecas que adquiríamos diariamente antes de venderlas por lotes a libreros de viejo. Ese sistema no duró mucho tiempo, exactamente en nuestro primer aniversario la casera nos "invitó" a abrir un local al público o dejaría de rentarnos el lugar, inmaduros en decisiones comerciales aceptamos y en el lapso de dos semanas abrimos nuestra primera librería en el 152 de Bajío esquina con Cerrada Bajío. El 15 de marzo de 2013 festejamos la apertura. A la par teníamos un local metálico lleno de libros en la esquina de Monterrey e Insurgentes en la Roma, después de unos meses abrimos otra librería en la esquina de Bajío y Medellín, de esta sucursal nos duró el gusto el primer año del contrato y cerramos, la venta no permitía continuar con el pago del arrendamiento, también cerramos el puesto metálico. La casera del número 152 volvió a aparecer y nos "invitó" nuevamente a ampliar el local para que ella pudiera instalar una cafetería y trabajar para ella, en esta ocasión nos opusimos y terminamos la relación. Afortunadamente para nosotros coincidio con que el local aledaño, en Bajío 156, quedaba libre, lo tomamos y organizamos a nuestro gusto la librería con estantes de madera de pino y un tapanco realizada en tiempo record por un carpintero profesional. Ya son siete años aproximadamente ubicados en una colonia que nos ha recibido con agrado desde el principio, es un ambiente sumamente tranquilo con vecinos que nos favorecen con sus compras, un espacio con mucha vigilancia policial donde nunca hemos tenido problemas. Se dice que los expendios de libros antiguos son bien recibidos en todos lados, el nuestro así ha sido. En esta librería hemos realizado decenas de eventos para atraer a los lectores que nos visitan no solo del barrio y colonias aledañas, también de lugares alejados y limítrofes con el Estado de México, comentan que son atraidos por los libros y por el gusto de caminar por las calles apacibles de la Roma Sur. 

Las ventas cotidianas no son muy buenas, pero la adquisición de libros y bibliotecas si lo es, el barrio les da mucha confianza y nos llevan en sus coches y camionetas los ejemplares que han decidido pasen a manos de otros interesados en la lectura, nos visitan de colonias cercanas como la Del Valle, Narvarte, Escandón, Condesa, Nápoles, entre otras. 

Actualmente creemos que nos ven como parte del barrio, así como está la farmacia, la tienda, el restaurante, el sastre, el doctor, etc., está la librería de viejo, actualmente también cafetería; para muchos vecinos ya es cotidiano pasar por un café, sentarse unos minutos a disfrutarlo acompañado de la lectura de un libro que pueden tomar con confianza de los anaqueles sin la mirada inquisitiva de nadie o como punto de encuentro. Es una zona con varias casas antiguas y dueños que llevan muchos años viviendo en la colonia, pero desde hace un tiempo han construido edificios departamentales lo cual ha traído más vecinos, jóvenes la mayoría; incluso, siendo más observador, se ha incrementedo el número de extranjeros viviendo en calles cercanas, también notorio en la venta de libros en varios idiomas. 

Estamos muy contentos en ser parte de la vida cotidiana de una colonia tan emblemática de la Ciudad de México, siempre dinámica.  


Sergio Núñez

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