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Mostrando entradas de junio, 2020

Martina bibliotecaria

Martina trabaja en la biblioteca municipal.  Llega a las nueve de la mañana; tres llaves, un candado y ¡se abre un viejo portón! Hace diez años para pasar largas horas en soledad recibiendo, clasificando y restaurando lo que para la población de su país son objetos intrascendentes para ella son su vida. Siempre lo han sido. No importa que años atrás el amor se haya tenido que sacrificar por los "armatostes esos" como se lo dijo al marcharse Ernesto el hombre con quién estuvo a punto de casarse. Esa vieja historia volvía a su memoria cada vez con menor frecuencia y la sacudía de su recuerdo como el polvo de los cantos, está prohibido soplar pero ¡que más da! ama trabajar sin cubrebocas pues el aroma la invade mejor. Esa mañana tuvo un estremecimiento al recordar, porque llegó a la biblioteca "El libro del desasosiego", no es un libro especialmente común además la edición es la que Ernesto le regaló cuando cumplieron su primer aniversario, cuando aún le parecía increí

La extraña relación entre los libros viejos y las calabazas

Son suficientes años en el gremio, así qué me siento merecedora de tener tantas anécdotas como estrellas en el cielo. En el momento en qué un letrero de llamativo color ofrecía un empleo como ayudante, acepto que me escandalice un poco, esas librerías de la calle Donceles son algo lúgubres y para ser sincera no era de los clientes que se maravillan tanto del lugar que mejor se buscan empleo ahí. Yo solo buscaba trabajo, era una joven madre, idealista y en lo que creí un matrimonio moderno; los dos salen a conseguir el sustento porque así funciona la equidad. Pregunté en que consistía y me dijeron -si te interesa puedes hacer un examen ahora mismo y mejor porque hago cierre de todas las solicitudes de esa semana- ... Recuerdo bien que me mandaron a buscar "los de abajo"," el príncipe " de Maquiavelo y un Baldor. También había que alfabetizar una pequeña área.  Aunque creo que el peso mayor lo tenía la entrevista. Hablé sinceramente; no he trabajado en muc

Torre de viejo

   Recientemente me enteré del cierre de una de las librerías de viejo más emblemáticas del sur de la Ciudad de México: "Torre de viejo". Ubicada en la avenida Miguel Ángel de Quevedo, inmersa en el barrio de Chimalistac, a unos pasos de las más conocidas y visitadas librerías de nuevo del país, Gandhi y el FCE, zona privilegiada de la ciudad.  Torre de viejo era una librería bellísima, con un olor que invitaba a entrar y tomar un libro y sentir la pasividad del lugar, era un poco lúgubre, alejada del estilo que después tomaron las librerías del sur sumamente iluminadas. Torre de viejo tenía un halo de tranquilidad, al entrar uno se sentía en un espacio alejado de todo el trajín de la vida citadina, dentro uno estaba rodeado de polvo culto, de ediciones centenarias y títulos contemporáneos, con un adecuado acomodo temático, desde el interior la vista era igualmente bella pues daba hacia el parque Tagle, lleno de frondosos árboles y cuya panorámica complementaba el sent